
Los Buke han protegido y cultivado durante siglos las tierras de las islas, rindiendo vasallaje al emperador. Eran considerados los brazos del Imperio; la fuerza y la espada. La mayoría de ellos eran samuráis rurales, una clase inferior a los Kuge que los desprecian por ello. Mientras el emperador vivía se consideraban honrados por el mero hecho de poder servirlo, obligados por su estricto código de honor. Pero tras su muerte quedaron desconcertados.
Están decididos a comenzar una nueva era en la que los samuráis gobiernen las islas, un nuevo orden en el que el emperador sea un simple títere manejado por la auténtica fuerza de los guerreros.